sábado, 12 de mayo de 2018

Ultraconvencidos, simplificación y absurdo

Debo haber escrito varias veces sobre esto porque con frecuencia ocupa mi pensamiento. Ahí voy de nuevo:

La vida es compleja, el mundo social es complejo; cada fenómeno o situación tiene múltiples variables intervinientes y las relaciones entre ellas no son todas directas y de causa-efecto. Ante esto, creo que corresponde una actitud de más humildad ante nuestras posibilidades de conocer, así como de mayor observación y reflexión frente a lo que pasa. Sin embargo, la humildad no está de moda y parece que da flojera considerar el cuadro completo de las situaciones con lo que hay detrás de lo evidente e inmediato. Abundan personas que piensan que su opinión personal, basada en su experiencia de vida, basta para tener la última palabra sobre cualquier cosa: última palabra de la cual están ultraconvencidos.

Me interesa ese "ultraconvencimiento".

Creo que el compromiso con nuestras actitudes y opiniones tiene relación tanto con la integridad como con la cortedad. La militancia -en movimientos políticos, sociales, religiosos, etc.- crea la clase de compromiso que trae consigo el riesgo de ceguera. Todos tenemos adscripciones, todos pensamos desde la ideología, al menos en un primer momento; pero más allá de eso, creo que la militancia implica un compromiso en el que se hace más costoso el análisis de las implicaciones de nuestra posición, de manera que se hace más difícil considerar cabalmente lo que consideraríamos sin tal compromiso. Eso no quiere decir que por militar se piense con cortedad; de hecho, supongo que idealmente, un compromiso con una causa es un compromiso ético que incluiría la intención honesta de comprender el mundo -al menos en relación con la causa- tal cual es. Como decía en el párrafo anterior, la cosa es compleja.

Sin embargo, hay una tendencia a simplificar hacia el absurdo. Parece difícil comunicar una idea o una posición que ni es X ni es Y; comunicar que se está con los que piensan Z en relación a b y c, pero no en relación a d ni en relación a e. Eso pasa mucho más con los temas polémicos de mayor interés. En esos casos, además de la simplificación en el propio pensamiento, se dan críticas o acusaciones al otro, simplificando hacia o hasta el absurdo lo que ese otro ha planteado. Cuando hacen esto personas que han dado muestras de inteligencia y cierto grado de información, creo que simplemente actúan de mala fe y me cae requetemal.

Silvia Parque

8 comentarios:

  1. Los asuntos políticos y religiosos conllevan con frecuencia un alto grado de fanatismo, que hace preferible no entrar en ellos.
    Quizá no haya entrado directamente a comentar lo que has dicho, pero me ha llevado a ese pensamiento.

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    1. Pues es que entrar, en cuanto a "ser parte de" o "participar" o "estar implicado", al menos en los asuntos políticos, es prácticamente inevitable y entonces se tiene una posición y aparecen las coincidencias con otras personas, los roces con otros-otros... Pero coincido en que la mayoría de las veces, en la mayoría de los "espacios", con la mayoría de la gente, mejor no discutir, ni intentar dialogar...

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  2. no sé si sos clara porque das tu opinión pero no el ejemplo real de lo que te molestó... después quizá el fanatismo es el problema con lo que decís, la militancia es comprometerte no solo con tus ideales sino con ayudar a los demás... yo mismo me lamento el por qué soy tan cómodo y no hacer el esfuerzo de hacerlo...

    la gente es básicamente mala Silvia ja... si lo pensamos desde ese lado ya no nos hacemos tanto problema por lo que piensan... a disfrutar que la vida es compleja, muy, pero hermosa también!!! besos....

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    1. No hubo algo específico que motivara la entrada. Nada en particular me molestó. Con frecuencia, leo publicaciones en Facebook, hilos de Twitter, comentarios en diversos foros, que me hacen pensar estas coas.
      Creo que el fanatismo es un extremo nefasto y peligroso, pero que el mero compromiso con nuestras ideas nos impide muchas veces "abrir la mente".
      El problema con lo que piensen los otros es cómo sus ideas se convierten en políticas públicas, en actos, etc., que le afectan a una. Pero también creo que la vida es buena y sea como sea se disfruta, al menos en la posición privilegiada de casi todos los que podemos ponernos a escribir en un blog.
      ¡BESOS!

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  3. Buee...parece que en todas partes "se cuecen habas". Aquí es casi calcado a lo que cuentas.
    Ser independiente es una rareza y comprender al otro es más raro todavía.
    Y no hablemos de fútbol, ay madre, ahí sí que hay trogloditas (con perdón de los trogloditas).

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    1. Toda la razón. Aunque usualmente no tengo cerca "conversaciones" sobre futbol, claro que me han tocado algunas y sé que tienes razón. No obstante, creo que al menos ahí se entiende que es un juego y si a algunos les da por lo pueril, mientras no lleguen a lo violento, pues bueno... pero con otras cosas como los derechos humanos, la participación política, etc., la cosa es grave.

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  4. Plantearse esas cosas es muy reincidente en la gente que no quiere pasar por el planeta así como aborregado.

    Es bueno y sano plantearse lo que somos, y dónde queremos llegar. Un abrazo

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