viernes, 20 de abril de 2018

Trabajar de noche

Empiezo la jornada de trabajo con mucho sueño. Con la niña, en este momento, trabajar de noche es lo que se puede. A veces puedo tomar una siesta de día; a veces no. Tampoco es terrible porque luego de una racha pesada viene una racha tranquila. Pero ahora  estoy en la "racha pesada" y son varios días de cansancio: voy notando cuando me acerco al límite porque sonrío menos y estoy más gritona (gritona en general, como exaltada, no necesariamente en mal plan).

Cuando me siento así, me gustaría tener una pareja: alguien que me abrazara y me hiciera masaje en la espalda. Ya puestos a imaginar, me gustaría que esa pareja fuera un marido rico que me mantuviera y entonces no estaría cansada; no con cansancio de este tipo, pues.- Estaría cansada de vacacionar, que ya se sabe lo cansado que es.

Silvia Parque

8 comentarios:

  1. No te veo yo a ti de mantenida, ni en el buen sentido de la palabra.

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    1. ¡Ay, Macondo, yo sí me veo! Soy floja: me gusta mucho estar echada, pensando, imaginando, achuchando a mi niña y si hubiera una pareja, acuchándole a él. Yo es que nací para nada más "estar". Y lo que amo hacer, mis proyectos creativos, pues sería muy cómodo hacerlos con todo el tiempo del mundo y libre de preocupaciones económicas.

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    2. Me siento muy identificada con tus palabras. Estuvo bien trabajar los primeros años al terminar la carrera y ya. Yo no sabía esto de mi misma. Pero tengo claro que tener tres hijos y trabajar fuera de casa no es lo mío. Me deja sin energía. Y hoy en día tengo clarísimo que sería una mantenida feliz. Me vale que me mantenga mi marido o una lotería que me toque. Pero necesitar trabajar para vivir es un suplicio.

      Besos y felicidades a la peque

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    3. ¿Verdad, Matt? Yo disfruté muchísimo dar clase, pero mucho, no lo viví como trabajo, tal vez sea que en esa etapa de recién egresada la energía se concentra mucho o al menos bastante en lo laboral, tanto por tener ahí el interés como porque HAY energía. Con una familia con niños, para mí y veo que para varias, el interés principal es otro y la energía es muchísimo menor. Luego está lo de trabajar. A mí no me gusta. Por ejemplo, AMO escribir y gracias a Dios me han pagado por escribir; pero me encantaría no tener necesidad de ese pago para escribir nada más en los tiempos que yo quisiera y de la forma que yo quisiera. Me he resistido a trabajar para vivir, hasta donde he podido; pero pues, ningún tío rico me ha heredado XD porque yo como tú, marido rico o lotería, me da igual !!!
      ¡Besos, Matt! ¡Gracias!

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  2. La maternidad ya es un trabajo a full time, pero asumirla en solitario es la decisión más valiente que conozco. Los horarios laborales trasforman la maternidad en solitario en tarea titánica.

    Tranquilidad, y un abrazo

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    1. ¡Gracias, Albada! Pero no asumo la maternidad en solitario porque el papá de B está presente; no somos pareja, así que hago mi camino personal sola, pero el camino con ella si lo hago acompañada. Tengo que hacer malabares entre el dinero y mi decisión de estar con B el mayor tiempo posible. Ya le toca ir al jardín de niños en agosto, pero hasta entonces, mi día es casi todo para ella. Mis lecciones virtuales de idiomas las tomo con ella por ahí, casi todo el tiempo que comparto con la amiga que más veo, es con ella por ahí. Pero sé que crecerá rapidísimo y entonces será diferente.

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  3. Hola.
    Tiene que ser muy duro trabajar de noche, mi padre trabajaba a turnos y la noche le agotaba, pero en su caso esos días mi madre se ocupaba en exclusiva de mi hermana y de mí y él podía dormir un poco de siesta así que aunque su trabajo era duro era algo más llevadero.
    Un abrazo.

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    1. Sí, comprendo a tu papá. Creo que la edad tiene que ver; yo siempre me he sentido nocturna, antes estaba muy bien desvelándome y trabajando toda la noche; pero como decía en una entrada anterior, "los años no pasan en balde". Algo me hace ahora el reloj biológico, que quiere que me acueste a dormir... o será que cuando trabajo de noche, el descanso de día que puedo tener, digamos una siesta de hora y media, no compensa. Así que cuando tu papá tomaba un poco de siesta, tal vez apenas se cargaba de la pila necesaria para aguantar... Cuánto se puede apreciar de lo que han trabajado por nosotros, cuando nos hacemos mayores...
      A veces el papá de B la cuida en el día cuando yo he trabajado de noche; entonces es genial. Pero él también tiene cosas que hacer y a todos nos conviene económicamente que se ocupe de sus asuntos, así que hay lo que hay. Otras veces es que yo misma quiero estar de día con la niña; por ejemplo, esta semana que fue su cumpleaños.
      Pero, bueno, son rachas. Por ejemplo, seguro que de miércoles a viernes de la semana que entra voy a descansar lo que me haga falta :)
      Un abrazo, Marigem.

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