jueves, 4 de agosto de 2016

Mi hija grita

B grita cuando está contenta y cuando está enojada (cuando está triste no grita: llora fuerte). Grita cuando se frustra y cuando encuentra un sonido nuevo o un sonido viejo que puede emitirse a un mayor volumen.

Grita porque tiene un año.

Aunque tratamos de mostrarle alternativas para evitar que grite a la hora de comer o por la noche, sé que hacerla aprender a controlarse, por el camino respetuoso, va a tomar años: y yo soy una simple mortal que le ha pedido a su padre que por favor vayan al parque un rato, para oír el silencio.

No es que grite sin parar. Es que grita de tal modo que a veces, la estridencia puede quedárseme en el oído. Pero sé que lo necesita, que su intensidad es una dimensión de su vitalidad. A veces yo grito cuando ella grita, no gritándole a ella, sino teatralmente, para liberar mi tensión (en buen plan, pues); ella se calla un momentito y dice "¡teta!": creo que es su aprobación.

Silvia Parque

4 comentarios:

  1. En los parques suele haber perros. A ver si sustituye el grito por el ladrido.
    Besos.

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    1. ¡En el parque nunca grita! No sé porqué. Pero efectivamente: en el parque, ladra; bueno: cuando ve un perro :D
      ¡Besos, Macondo!

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