martes, 14 de julio de 2015

Aventuras por el camino de la vía láctea

Gracias a Dios, B está bien; pero está baja de peso y necesita recuperarse lo más pronto posible. Su nueva pediatra ha dado quince días para implementar alguna estrategia con la lactancia materna, antes de tratarla por desnutrición. El pediatra1 dijo que le andaba faltando como un kilo. Es un médico al que siempre estaré agradecida por la atención oportuna que le dio a mi niña de recién nacida, pero no me gustó su abordaje de la lactancia. Desde el principio, sugirió completar con fórmula y tés. Nunca hice caso en eso y finalmente, cambié de pediatra ahora que me dijo que ya era una indicación: que dos o tres biberones con fórmula al día, porque de no hacerlo, arrastraría un problema. Yo entiendo que el peso bajo es un asunto serio, pero con su actitud no parecía considerar también un asunto serio, preservar el amamantar.

Según la nueva pediatra, un bebé que necesita mayor nutrición, con mayor razón necesita de leche materna. Me advirtió que si lo que vamos a hacer no funciona, habrá que darle fórmula, pero no como indicó el pediatra1, sino con mayor concentración y con no sé qué otra cosa que se le pondría al biberón. Tal vez parecería que ambos médicos consideran fundamentalmente lo mismo: que está baja de peso y que hay que echar mano del recurso de la fórmula; pero no es igual cuando hay un interés por preservar la lactancia materna y conocimiento actualizado sobre el tema: ni agua, ni tés, ni nada más que leche para los bebitos amamantados, hasta los seis meses.

Así que estoy en medio de un plan integral: me alimento mejor, lo cual implica hacer compras diferentes. Resisto al llanto de B cuando tengo que dejarla para preparar algo y comer. Tengo a la mano botellas de agua para asegurarme de estar tomando al menos tres litros al día y pronto empezaré con todo un kit de suplementos, por si faltaran nutrientes en lo que como. Pero lo más importante ha salido del consultorio de lactancia. Porque ahora existen consultorios de lactancia. Al que fui, comparte espacio con un centro Montessori, así que todo era muy lindo. La doctora es médico, diplomada en lactancia y crianza, y encontró un problema anatómico en el paladar, por el que la succión de B es débil: por eso tarda mucho en cada toma y le falta leche. Dijo que mi niña es muy paciente y trabajadora; ha estado haciendo un gran esfuerzo por alimentarse todo este tiempo, pero necesita ayuda. (No es indispensable que suba un kilo entero).

Hoy empezaré a extraerme leche y se la daré mientras mama, con un relactador. Como no podré tenerlo hasta la noche o tal vez hasta mañana, empezaré la nueva temporada de alimentación con una jeringa. Si no nos acomodamos con estos artilugios, usaría biberón: es el último recurso, para tratar de que una vez bien de peso, ella vuelva a tomar simplemente de mi pecho. Mientras escribo, pienso en Matt y me doy cuenta de que no estará nada mal si B acaba tomando mi leche con biberón; ya me ha dado una experiencia maravillosa con estos meses prendida a mí y se trata de lo que sea mejor para ella. Pero creo que hay gran probabilidad de que todo funcione como deseamos porque es una niña muy fuerte: si así, tiene energía y no deja de esforzarse por comer, en cuanto esté tomando leche extra -con el relactador-, estará mucho mejor y al rato suplirá lo que la forma del paladar le hace perder en succión.

Han sido unos días muy ocupados y no parece que vayan a dejar de serlo, pero creo que me voy adaptando al hecho de que la vida no se detendrá un poquito a que yo tome aire y me organice.

Silvia Parque

10 comentarios:

  1. Mis hijos mayores tampoci mamaban bien y tove que suplementarles con biberøn, pero no dejaron el pecho. Un beso.

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    1. Yo creí durante meses que mamaba bien, de haber sabido antes, antes lo arreglábamos. Me anima ver casos en que el suplemento no significó dejar el pecho :)
      Un beso, Susana.

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  2. Lo que no puede dictarte la experiencia lo hace la intuición. Eres una gran madre.
    Besos.

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    1. Hoy he llorado junto con ella, Macondo; pero que tú digas que soy una gran madre, aunque entienda que es un cumplido, me hace cariñitos en el corazón.
      Besos.

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    2. No es un cumplido. Salta a la vista.
      Besos.

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  3. Hola hermosa, te voy a dar mi opinión, espero que no te moleste:
    - hay muchísimos casos de bebés que necesitan bibe de fórmula después de tomar el pecho, y no por eso dejan de tomar pecho. Mi amiga Arancha amamantó así a sus hijos siete meses, nunca dejaron de coger primero pecho y luego bibe
    - también esta la opción de darle siempre de lo que te sacas, aunque he de reconocer que solo conozco mi propio caso ;). Mi pequeña sigue tomando leche materna gracias al saca leches, ahora menos porque hace dos tomas de purés, pero seis meses estuvo en exclusiva. Fue un poco más duro que si mamara del pecho, pero solo un poco.

    Pienso que está genial intentar dar leche materna, pero hay más formas de hacerlo que la 'estándar' y funcionan. La leche de fórmula también es una gran ayuda cuando se necesita.
    Creo que es mejor estar tranquila y que la niña coja peso, que cumplir un objetivo auto impuesto, cuando hay alternativas.
    Estoy segura de que conseguirás seguir con lactancia materna pero no sufras si necesitas una ayudita (ya sea con saca leches, con bibes, o con leche de fórmula).

    Mucha suerte y un beso enorme!!

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    1. ¿Cómo podría molestarme, Matt? al contrario. Me sentía sola hoy, que he peleado con el sacaleche, y tu comentario me hace sentir acompañada.
      De esto, por necesidad tendré que aprender a aceptar lo que no es como quisiera, y a dejar fluir lo que escapa de mi control. Sí, lo más importante es que B regularice su peso y que no tenga una madre que sufra.
      ¡Beso!

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    2. Lo del sacaleches tiene su técnica que vas pillando con el tiempo. Yo he tenido cuatro y el mejor para mi con diferencia el de Medela eléctrico. Aquí es el que tienen en hospitales con neonatos. Cada pecho es distinto así que no para todas las mujeres será el mejor, para mi din duda. Pasé a reducir el tiempo de extracción a la mitad y a no dolerme nada.
      Un beso fuerte y mucho ánimo!

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    3. ¡Gracias, Matt!
      Ni una gota en el primer intento. Voy por el segundo. Es un evenflo para los dos pechos... nada que ver con los cariñitos de mi B, pero bueno...
      Un beso.

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