jueves, 29 de enero de 2015

Me gusta tocar la sal

El salero de mi casa no tiene una tapadera con agujeritos. Es un botecito que destapamos para tomar la sal entre los dedos y espolvorearla.

A muchos platillos, no les agrego sal; pero en los que sí la agrego, me gusta que se vea; es decir, por ejemplo, que las quesadillas tienen que llevar la sal encima, no en medio.

Fin del comunicado.

Silvia Parque

2 comentarios:

  1. Bendita sal, aunque suba la tensión. Es lo sabroso del alimento y lo gracioso de la persona. Recuerdo la letra de una jota de mi tierra:
    De tan resalada que eres,
    la sal se te va cayendo.
    Y yo, como voy detrás,
    toda la voy recogiendo.

    Saludos.

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  2. :D ¡Qué bueno es! "De tan resalada que eres..."
    ¡Saludos, Macondo!

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