domingo, 21 de diciembre de 2014

Dirección

A veces, en el culto, el Pastor, la Pastora o la persona que ministra, pide a las personas, o a personas con alguna particularidad- que pasen al frente, casi siempre para orar por ellas; a veces, por todas a la vez, a veces, por cada cual. La primera vez o una de las primeras veces que pasé al frente, el Pastor preguntó qué quería, y respondí que quería saber qué quería Él que hiciera -Dios, se entiende-.

Hay un par de cosas que he querido durante lo que para mí es mucho tiempo; son cosas buenas, y es legítimo que las quiera; en ocasiones, cuando siento mucho su falta, me desanimo. Hoy estaba en eso: sintiendo la falta de lo que no tengo; pero al llevar a Dios mi querencia, como una necesidad, lo que quise pedir fue dirección. Entendí que hay muchos "niveles" en los que se puede "querer" algo: el deseo casi carnal, el anhelo profundo, la pretensión que se convierte en objetivo, y el querer por necesidad. Puedo querer muchas cosas, y puedo querer mucho algunas; pero nada me es necesario como Su presencia. De sentir eso a conseguir ser obediente, hay un trecho; pero así pasa.

Silvia Parque

2 comentarios:

  1. Demuestra lo buena persona que eres que no pidas para ti más que dirección. Un beso.

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    1. Anda, Susana, siempre pienso que si las personas se dividieran en buenas y malas, sin más, pues sí sería yo una buena persona; pero lo bueno que tengo tiene mucha caries ;)
      En los momentos críticos, gracias a Dios me doy cuenta de que Dios es lo único que me hace falta en nivel necesidad; pero quiero cosas para mí, se las pido cada día, y a veces, me pongo caprichosa... luego vuelvo al "buen camino", pero me falta tanto para una "mayoría de edad" espiritual...
      Un beso.

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