Lo peor que se puede hacer cuando algo es prácticamente imposible en un momento dado es portarnos con nosotras mismas como niñas latosas de tres años, jaloneando la microposibilidad teórica de que
sea lo que no va a ser.
Si no estamos para respirar profundo y contar hasta diez, a lo mejor cabe un
manazo psíquico: hay que hacer que la mente se
esté quieta con lo que en un momento dado, no puede ser.
Silvia Parque
Yo a mi niña latosa de tres años cualquier día le meto un bofetón, que me tiene harta
ResponderEliminar¡Ay sí! A veces nada más así entienden :D
Eliminar